4 de mayo de 2014

LO MARAVILLOSO DE SER MAMA

Día especialísimo el que tenemos entre manos hoy. 
Fuente: www.elotromate.com
Es el día de una persona, una mujer, muy especial para todos nosotros, tan especial , tan especial, que solo para empezar.....

¡NOS DA LA VIDA! 

Mujeres especiales, que sacan tiempo para todo y están pendientes de todo, nos cuidan, nos miman y están ahí las 24 horas del día para hacer que seamos felices. 
Son capaces de cumplir con su trabajo y luego llegar a casa para seguir trabajando y cuidando de los suyos....
Impresionantes y luchadoras desde que nacen....personas fuertes y amigas que están ahí para apoyarnos en todo. 
Celebran nuestros logros y hacen mucho menos duros nuestros tropiezos. 
Os estoy hablando por supuesto de.....

  ¡¡LAS MADRES!!


Y en este día, como no podía ser de otra manera, me he rodeado de algunas amigas mías y madres fantásticas, para hacer entre todas una entrada como la que les dedicamos a los padres en su día. 
Hoy nos cuentan el significado de ser mamás y las pequeñas travesuras de sus peques!

Aquí os dejo ya sus historias:


Tere, 32 años. Madre de Raul de 6 años y Hugo de 7 meses:


¡!Hola!! En primer lugar quiero agradecer a Tamara la oportunidad de formar parte del blog tan bonito que tiene y compartir con vosotros lo que significan en mi vida mis hijos. Soy mamá de dos niños, Raúl de 6 años, y Hugo, de 7 meses. Tener hijos siendo joven te hace renunciar a muchas cosas, pero todos los que somos padres sabemos que ellos los recompensan con creces con el cariño que te demuestran. 



Dos de los momentos más bonitos que he vivido en mi vida han sido sus nacimientos, porque además he podido compartirlos con mi marido, el mejor papá que he podido desear para mis niños, y sin él no podría ser la mamá que soy. 

Estamos muy alegres de ver lo contentos que están los dos hermanos, el mayor quiere con locura a su hermano, y el pequeño se parte de risa con las cosas que le dice. Son nuestro mayor tesoro, y no cambiaríamos las cosas a las que hemos renunciado por tenerlos, porque sólo un beso de Raúl o una risa de Hugo hacen que el día más triste sea el más maravilloso. 
Gracias hijos por estar en mi vida.


Isabel, 34 años. Madre de Isabel de 4 años:

Hola soy Isabel y soy madre de una niña de 4 años. Mejor dicho, de una princesa que tiene 4 años.
El hecho de ser mamá, para mi es algo que en ocasiones aun no me creo. 
Me costo mucho, pero lo conseguí. Aun recuerdo cuando la sentí por primera vez y el escalofrió que recorrió mi cuerpo al darme cuenta que si, que era verdad, que estaba en mi vientre. Desde ese momento mi mundo cambio. Todo lo que hago, todo lo que pienso, todas las decisiones que tomo e incluso todo lo que imagino para un futuro, gira en torno a ella.


Vitalidad, alegría, genio, nervios…..todas esas palabras son las que definen a mi princesa. Y podría decir que son también las sensaciones que cada día experimento a su lado.

Mi hija me sorprende día tras día, sobre todo cuando me dice frases que parecen no salir de su boca. Hoy mismo tras la cena, serian las 20.35 mas o menos, le digo: - un ratito de tele y nos vamos a la cama. Ni corta ni perezosa me responde: - pero que me estas contando, si es de día. Mamá el día es para jugar y la noche para dormir. En ese momento no sabia que decirle y efectivamente me di la vuelta y me reí. A los diez minutos se estaba quedando dormida.

¡Ahora entiendo a mi madre! y todo lo que estoy viviendo junto a mi hija, me hace recapitular y pensar un poquito.
Ser madre, para mí es lo mejor del mundo. Escuchar un te quiero de su boca, es el mejor regalo que me pueden hacer.



Angeles 40 años. Madre de Irene de 5 años y Dario de 1 año :

Para mi ser madre es algo complejo y simple a la vez, es darlo todo a cambio de nada. De las polifacéticas caras de una mujer, cuando esta se siente madre, este rol prevalecerá, dando sentido a todo lo que haga a partir de entonces. Por ejemplo, a los pocos días de saber que estaba embarazada, ante un estruendoso ruido en una obra, me sorprendí llevándome las manos a la barriga en un movimiento instintivo de protección.

Pero donde realmente me di cuenta de que algo en mi vida había cambiado para siempre y que no tendría marcha atrás fue en los momentos posteriores al nacimiento de mi hija. Su parto fue largo y complicado. Ahora lo recuerdo con humor, el paritorio parecía el “Camarote de los Hermanos Marx”. Las dificultades hicieron que bajara el equipo de urgencias pediátricas. Recuerdo la emoción del momento, estaba a punto de conocer a mi hija, ansiosa por tenerla entre mis brazos sana, ¿cómo sería su carita?, ¿sabría cuidarla bien? Segundos después mis dudas se disiparon. Tras su salida al mundo instrumentalizada, todos contuvimos la respiración, pues la médica tropezó con el pie de lámpara y mi hija casi salió por los aires (¡Ufff!!) ahora nos reímos... pero las décimas de segundo hasta que la médica recobró el equilibrio y sujetó a mi hija, que no paraba de llorar, se hicieron eternas. Tras asegurarse el equipo médico que la niña no había sufrido daños, me la pusieron en mi pecho... entonces, en un susurro, se me escaparon unas palabras: MI VIDA. 

Eso fue lo primero que le dije a mi hija Irene, y eso es lo que suponen mis hijos para mí: son mi vida, mi centro de gravitación, mi universo, mi todo. 

Tras la salida triunfal del paritorio con mi hija (se había corrido la voz en la sala de espera de mi largo parto y la gente se agolpó en el pasillo aplaudiendo mientras el celador me subía a planta), una vez en la habitación, exhausta como estaba, me dispuse a descansar y dormir. Un leve gemido procedente de la cunita hizo que se me terminase de caer la venda de los ojos. Aquella cosita estaba allí para siempre, me necesitaba. No importaba el cansancio, el dolor, ni las horas de parto; no había tiempo para dormir, tenía que atenderla. Esto acabó con cualquier gota de egoísmo hedonista que pudiera tener. A partir de entonces tuve claro cual era el orden de prioridades: Ella era lo primero. Eso lo compartimos todas las madres. Por eso, estoy convencida de que ser madre te hace ser mejor persona: dulce, altruista, dadivosa, cariñosa, sensible, asequible, receptiva, comprensiva, sensata...

Como dicen que los segundos partos son mejores pues yo fui más confiada al de mi hijo, pero las predicciones no se cumplieron y Darío nació mediante cesárea. Recuerdo lo largas que se me hicieron las horas en reanimación. Hacía unos esfuerzos ímprobos por abrir los ojos, moverme y decirle a la enfermera que ya estaba bien, que me subieran a la habitación. Quería abrazar, oler y arrullar a mi hijo. Sabía que él me necesitaba.

Sé que es un regalo tenerlos, aunque sus vidas no me pertenecen y volaran algún día. Mi vida si está dedicada a ellos. Yo tengo la suerte de criarlos y disfrutarlos; sólo por eso me siento afortunada. Me encanta decirles que los quiero y achucharlos con fuerza cuando menos se lo esperan.

Por último quiero felicitar a aquellas mamás que tienen a sus hijos lejos, esperando a que algún juez les de un papel para podérselos llevar a casa. A esas madres adoptivas, que están sufriendo su particular parto, les dedico estas palabras.


Belén, 38 años. Madre de Alejandra de 6 años y Jesús de 2 años:

LLevo dándole vueltas a la cabeza varios días, pensando en qué escribir, y la verdad es que este sentimiento es tan pleno, tan grande, que es casi imposible describirlo.

Para mi ser mamá, es lo mejor que me ha podido pasar en mi vida, no hay nada que se pueda comparar. Desde el mismo momento en que descubrimos que estaba embarazada, con los nervios previos a ver el resultado del test, pasando por la primera vez que sentí a mi bebé moverse dentro, hasta llegar a ese mágico instante en que lo cogí en brazos y vi su carita y sentí su cuerpecito precioso...es todo inolvidable.


Yo soy mamá de dos preciosos retoños, Alejandra de 6 años y Jesús de 2, que son mi vida, mi razón de ser.

Si algún día me levanto triste o de mal humor, ellos con sus sonrisas, sus ocurrencias y su cariño, hacen que me ponga radiante de alegría.

A veces pienso, "Dios, son mis hijos de verdad, soy mamá, gracias, gracias..." y es que ni me lo creo, de lo feliz que me hacen.

Los besitos de mi Jesús, sus trastadas continuas, su forma de hablar a media lengua, lo lindo que es y la gracia que tiene con todo lo que hace, como cuando entré en el dormitorio de su hermana y había pintado de rotulador todo el suelo, las sillas y una mesa, o cuando le da por hacer burradas encima de su papi, y mi Alejandra con su madurez a pesar de sus 6 añitos, sus inteligentes ocurrencias, sus abrazos, como me regaña a veces...
Me siento tan orgullosa de ser su madre, porque cada día que pasa me enseñan algo nuevo, por su bondad, el amor que se tienen entre ellos, lo tiernos que son.
Podría estar hablando horas y horas de las cosas que hacen porque me tienen completamente enamorada y es que... no hay nada como ser mamá.


Matilde, 38 años. Madre de Claudia de 7 años y Marcos de 4 años:

Siempre me he considerado una persona muy afortunada. He tenido unos padres que se han desvivido por mi y un hermano al que adoro. 
Hoy en día disfruto de la compañía de todos mis abuelos y una familia unida en torno a ellos. Disponemos de "salud" y no pasamos necesidades.

Pero sin duda el mayor regalo que me ha podido dar la vida son mis hijos. Nunca pensé que la maternidad me cambiase tan profundamente mi forma de ver la vida. Yo que siempre había sido tan independiente.
Ser madre es sencillamente maravilloso!!
Sentir el contacto de su piel, su olor, escuchar sus risas, ver sus caritas y el oír sus voces llamándote mama, no imagino nada mejor... Llenan por completo mi existencia.


Me encanta cuando mi hijo me dice " mama que guapa eres" o mi hija me cuenta sus "secretillos" , cuando me cuentan que han hecho en el colegio o incluso cuando se interesan por que he hecho yo.
Los hijos nos hacen ser mejores personas, plantearnos metas, la necesidad sin igual de dar ejemplo.
El tiempo pasa y con el, buenos y malos momentos que les vamos explicando su padre y yo como lecciones de vida, lo mejor que sabemos.

No soy una madre perfecta, ni pretendo serlo, pero el amor de una madre hacia un hijo es cierto,como una vez me dijeron, que es el único que no entiende de condiciones...es profundo y hermoso, y aunque en ocasiones quisiésemos que ni el aire les rozase hay estamos para verles crecer y hacerse cada vez más autónomos e independientes.

Los hijos nos hacen sentir orgullo y vernos reflejados como sí de un espejo se tratase porque son parte de nosotros; pero una cosa si he tenido siempre clara no quiero hijos obedientes que cumplan todas mis órdenes sin cuestionar nada. Quiero que sean personas libre pensadoras que sean capaces de razonar lo que se les manda y de cumplirlo o no,conscientes de que les beneficia. Que el día de mañana no sigan a nadie sin motivo.

Ser madre es sencillamente maravilloso!!
Y en esa nube me encuentro....

                                              ..........................................................


GRACIAS MAMIS POR COLABORAR EN EL BLOG Y APORTAR ESTOS PENSAMIENTOS TAN BONITOS!!







8 comentarios:

  1. Simplemente precioso. Gracias. Tere T Casado.

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    1. Gracias Tere por ser como eres y participar en esto!! Un abrazo guapa!!!

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  2. Tamara, quiero agradecerte que hayas contado conmigo para expresar mis sentimientos en tu blog, gracias!! Después de leerlo con entusiasmo, creo que todas sentimos que nuestros hijos son lo mejor que nos ha pasado en la vida... es un sentimiento enorme que nos transforma!! A disfrutarlo, hoy si cabe más!!

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    1. Gracias a ti por aceptar mi propuesta, ha sido para mi un placer contar con todas vosotras!! Feliz día primor!!

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  3. Me ha gustado mucho leer lo que compartís. ¡¡¡Que viva la madre que os parió!!!

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  4. Precioso el articulo y felicidades a todas

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